El Cáncer vesical y el consumo crónico de tabaco

Se ha demostrado que el tabaquismo es el principal problema de salud pública susceptible de prevención en los países desarrollados. La relación causal entre tabaco y cáncer es uno de los hechos más reconocidos en la comunidad científica. Asimismo, el hábito de fumar es la principal causa evitable de mortalidad prematura (1).

Múltiples estudios demuestran que la asociación de consumo crónico de tabaco y diversos tipos de cáncer no es casual, sino que les une una relación de causalidad, una asociación entre aumento de mortalidad y tabaquismo en relación con el cáncer vesical y otros tumores (2).

La incidencia del cáncer vesical en la población masculina es mayor a la femenina, situándose en los 65 años, la edad media de manifestación de la patología en hombres y de 72 años en mujeres. (3)

Se conoce que en el humo del cigarrillo se produce la corriente principal (exhalada por el fumador tras la inhalación) y la secundaria (emitida directamente desde la zona de combustión del cigarrillo hacia el medio ambiente); es precisamente en esta zona donde se liberan partículas más pequeñas, con más probabilidad de depositarse en las zonas distales del pulmón de la persona que respira el aire ambiente (tanto del sujeto que fuma como de los que están alrededor). Estas partículas, no retenidas en el filtro de los cigarrillos, ni depositadas en el tejido pulmonar de los fumadores, son más perjudiciales que las contenidas en el humo inhalado por éste. Dichas partículas son absorbidas por la sangre, filtrada por los riñones y depositadas en la orina afectando así a las células de la vejiga (4).

Así mismo, se puede afirmar que la aparición del cáncer vesical va a depender de factores como:

  • los cambios genéticos aleatorios del paciente sin causa externa
  • el estado físico del paciente
  • el modo de fumar del paciente
  • el momento que comenzó a fumar
  • las características del tabaco, pues parece que los cigarrillos de tabaco negro inciden más en el carcinoma de vejiga que el tabaco rubio,  pipa o puro.

Por otra parte, aunque algunas personas heredan cambios genéticos de sus padres que aumentan el riesgo de cáncer de vejiga, éste no tiende a darse en familias, y no se cree que las mutaciones genéticas hereditarias sean una causa principal de esta enfermedad. Por ello, se podría decir que las mutaciones relacionadas con el cáncer de vesical se producen al estar en contacto directo con estas sustancias químicas. Por lo tanto, el componente hereditario no parece  primordial en su origen (5).

Conclusión

Partiendo de la visión simplista de que la expresión fenotípica visible viene dada por la combinación del componente genético asociado y el ambiente, podemos decir que en el cáncer de vesical, las mutaciones genéticas asociadas se producen por acción directa del ambiente a lo largo de la vida del paciente. Se puede afirmar, por tanto, que el componente genético no es la causa principal de la aparición de dicho cáncer vesical, siendo el tabaco la causa principal de dichos tumores.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1-  Momas I, Daures JP, Festy B, Bontoux J, Gremy F. Bladder cancer and black tobacco cigarette smoking. Some results from a French case-control study. Eur J Epidemiol 1994; 10: 599 – 604.

  2- Banegas JR, Rodríguez F, Martín JM, González J, Villar F, Guasch A. Proyección del impacto del hábito tabáquico sobre la salud de la población española y de los beneficios potenciales de su control. Med Clín (Barc) 1993; 101: 644 – 649.

3- Dona i Tabac. Informe tècnic sobre l’hàbit tabàquic femení a Catalunya. Departament de Sanitat i Segu- retat Social. Generalitat de Catalunya. Barcelona 2001. Prous Science, S.A.

4- C. Jimenez Gutierrz, M. Lombraña Mecía, M.loréns Rovira, B. Acebrón Antón, I. Garcia Marrón “Tabaco y cáncer de vejiga urinaria“ Asociación Española de Enfermería en Urología

5- http://www.cancer.org/espanol/cancer/cancerdevejiga/guiadetallada/cancer-de-vejiga-causes-risk-factors